miércoles, 18 de junio de 2008

Una soplona


Necesito que House me hiperventile cada vez que salgo del súper. O que Clooney me haga el boca a boca. Lo que sea. Lo que necesito al salir del súper es que alguien me devuelva todo el aire que he tenido que soplar para abrir las malditas bolsas de la frutería. Por no hablar de las bolsas con asas que te dan en la caja.

De verdad, tendríais que verme: parezco una parturienta en plena contracción, allí, soplándole a la bolsa para que se separen las dos partes y pueda meter la fruta dentro. O un niño soplando esas velas de la tarta de cumpleaños que nunca se apagan. Al final acabo blanca. Exhausta. “Podrías probar con las uñas”, me diréis. Lo haría gustosa, si no me las comiera.

Si se os ocurre otra idea para no quedarme sin aire, os lo agradezco. No es sólo una cuestión física. Mi dignidad baja 17 enteros cuando tengo que hacer el numerito soplón en público.

sábado, 14 de junio de 2008

una imagen vale más que mil palabras


Me están haciendo fotos. Y escribir en un blog a la vez que te hacen fotos puede parecer difícil, pero resulta de lo más cómodo. Sobre todo porque sales de espaldas y, claro, te pillan el lado bueno. Siempre te pillan el lado bueno. Por eso esta será una de las entradas más sencillas que he escrito aquí, porque en realidad lo importante no es lo que escriba y, al final, no voy a decir absolutamente nada. Así que quien espere palabras, pierde el tiempo. Esta es sólo una cuestión estética. Nada más. Esto es todo lo que puedo ofrecer mientras me hacen fotos, porque quieras que no, pone nerviosa, vaaale, lo admito. Escritura compulsiva, lo llaman, porque no puedo parar ni un momento mientras Ansonio hace click, click! Y yo no tengo ni idea de si me está enfocando las manos, las tetas o el cogote. Pero eso, al final, tampoco es lo que importa. Y aquí seguimos, últimos clicks, clicks y arreando. De arrear. Apa!

PD: soy el fotógrafo, y se ha dejado el blog abierto con los nervios de la foto, para mi ha sido un placer y si no ver la foto, jejejeje