Echo de menos las frases exclamativas que colmaban los bocadillos de cómic. ¡Carámbanos! ¡Recórcholis! ¡Rayos y centellas! (oída ayer, aunque por estrictas razones meteorológicas).
Pero los políticos repetitivos, los deportistas mustios y las estrellas bien dotadas las dejaron de usar. Las declaraciones son como la energía. Sólo se transforman. Por eso los periodistas, incapaces de crear, dejaron de retransmitirlas, y las interjecciones desaparecieron. Como el señor que vendía regaliz de palo en la puerta del colegio. Y un día un jubilado con barba, sentado en un banco, exclamó ¡joooooder! cuando le sorprendió un elefante de 20 metros aplastando todos los coches aparcados en doble fila del centro de la ciudad.
A mí, de pequeña, me gustaba decir: ¡Nísperos!
5 comentarios:
HOLA, solo 1pregunta, teneis direccion en el blog para mandaros cositas¿?
es una sugerencia, pa q la gente tb pueda publicar sus escritos de principiante
¿Quién eres Principiante?
Niñatos
¿A quiés estás llamando 'niñatos'?
soy una estudiante de periodismo y me encanta vuestro blog. no se como podeis escribir tanto sin repetiros...
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