Del cava pasamos, pero de las uvas no, porque mola seguir la tradición y preservar la superstición. La cuestión: que todo estaba preparado para encararnos al único momento del año en el que es importante saber qué hora es al segundo. Enviamos algún que otro SMS, los indios nos pusieron La Primera, nos preguntamos dónde estaría Ramón García, comentamos cuál sería el primer anuncio de 2008...
En la pantalla, sobreimpreso en el campanario de la Puerta del Sol, ahí estaba.
Mastercard ponía: "Equivocarte con los cuartos, no tiene precio".
A mis dos amigos y a mí se nos indigestó la cena y nos atragantamos con las uvas antes incluso de habérnoslas llevado a la boca. Toma ya televisión pública, educando a los millones de españoles que en ese preciso momento (el único que es importante hasta el segundo) se decían que Anne Igartiburu estaba metiendo barriga.
Luego pensé que Mastercard nos dedicaba un mensaje subliminal: coma.
Como si fueran quienes ponen la pasta los responsables de que comamos en los cuartos.
Y tragamos.
Los hindúes, mientras tanto, se partían el culo. Luego nos inivtaron a whisky.
Todavía me pregunto cuál es la metáfora.
3 comentarios:
Coma castaña.
No hay metáfora, sólo dos hechos ciertos: TVE ya no está subvencionada pase lo que pase y muchos publicistas no saben escribir
Yo odio las comas separatistas. Hice un manifiesto en este mismo lugar hace un tiempo. Menos mal que vi otro canal la noche de fin de año y pude empezar el año con buen pie, sin comas revientadeseos. No hubiera podido soportarlo. Me he sentido muy identificada con tu indignación, Sex Luthor.
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