jueves, 3 de julio de 2008

La curiosidad mató al gato

No será casual que en el dicho popular se mate a un gato y no a una rata, una cucharacha o una araña (aunque se lo merezcan sólo por el hecho de existir). No, la curiosidad mató al gato porque el gato es un animal curioso (y, por lo que se ve, no lo son las ratas, las cucarachas ni las arañas; eso me va fatal, porque me iría muy bien tener una excusa para fomentar su erradicación en masa).

Uy, que me despisto con mis fobias... Total, que el otro día estaba mirando la tele, con la puerta de la terraza abierta (por aquello de que pase un poco de aire) y, de reojo, entre escena y escena de CSI, veo dos puntos de luz mirándome. Primero me cago de miedo, luego pido ayuda a Grissom, después me atrevo a girarme y mirar a lo que me está mirando y por fin me tranquilizo: es un puto gato. Es el puto gato del vecino, que primero se mea en mis plantas, luego escarba en ellas, después se caga en la tierra y ahora se atreve a entrar en mi comedor.

No sé si existe un repelente contra gatos, pero sospecho que si voy a la droguería me darán uno que se llama 'Curiosidad'.