miércoles, 18 de junio de 2008

Una soplona


Necesito que House me hiperventile cada vez que salgo del súper. O que Clooney me haga el boca a boca. Lo que sea. Lo que necesito al salir del súper es que alguien me devuelva todo el aire que he tenido que soplar para abrir las malditas bolsas de la frutería. Por no hablar de las bolsas con asas que te dan en la caja.

De verdad, tendríais que verme: parezco una parturienta en plena contracción, allí, soplándole a la bolsa para que se separen las dos partes y pueda meter la fruta dentro. O un niño soplando esas velas de la tarta de cumpleaños que nunca se apagan. Al final acabo blanca. Exhausta. “Podrías probar con las uñas”, me diréis. Lo haría gustosa, si no me las comiera.

Si se os ocurre otra idea para no quedarme sin aire, os lo agradezco. No es sólo una cuestión física. Mi dignidad baja 17 enteros cuando tengo que hacer el numerito soplón en público.

9 comentarios:

Ana C. dijo...

Frotarlas con los dedos hasta que se separan.

Jamás vi a nadie en el supermercado soplando bolsas, así que yo mantendría la costumbre sólo por originalidad.

Scarlet Ojala dijo...

Gracias por el consejo Ana C., pero te frustrará saber que también lo he intentado un montón de veces, y al final mis dedos acaban quemando, como si fueran cerillas, después de tanto frotar. ¡Un desastre! Este método me lo enseñó un frutero que tuvo que aguantarse la risa después de haber estado viendo durante un buen rato cómo soplaba sus bolsas...

Benjuí dijo...

Moja las yemas de los dedos con saliva, y frota con ellos la parte por la que -teóricamente- tendrían que abrirse. A mí me da resultado un 90% de las veces.

Scarlet Ojala dijo...

¡Genial! Probaré este sistema. ¿Y qué haces el 10% de las veces que no funciona?

Benjuí dijo...

Pongo cara de tonta y le digo al reponedor/a que me haga el favorcito.

Scarlet Ojala dijo...

¡Qué bueno!

Scarlet Ojala dijo...

Ridículo espantoso en el campo...

Ayer volví a la frutería. Cogí una bolsa y la froté con las dos manos. Nada. Luego empecé a chuparme el dedo para ver si con la saliva se despegaba. Nada. Cuando ya llevaba así un buen rato, viene el frutero, coge la bolsa manoseada y ensalivada y me dice: "Dame, ya te ayudo yo. Tienes que abrirla por el pliegue del asa". "¿Tan apurada me has visto?", le pregunto. "Sí, y con cara de mala leche. Le pasa a todo el mundo. No te traumatices", me contesta. ¿Habrá leído el post?

Anónimo dijo...

Haz un agujero con el dedo y sopla.

Anónimo dijo...

POR DIOSSSSS!!!, dime a que super vas, Scarlet, no quiero perderme ese momento chupandote los dedos y frotaaannndo la bollllsaaaaaaaaa. AJJJhhh!!(Perdon)