lunes, 22 de octubre de 2007

De estados de ánimo y esquizofrenias varias


Nosotros somos seres racionales, que diría Siniestro Total. Pero tanta racionalidad no es sana, que diría mi señora madre. Y yo deambulo entre una y otra tesitura a un ritmo que roza la esquizofrenia.

Expongo síntomas y busco empatía:

Llevo semanas apagando el despertador más feliz que una lombriz. Sin razón aparente. Tarareo todo el rato, duermo poco y me sobra energía. Me encanta mi trabajo.

Esta mañana la lombriz se ha levantado de mala leche. Sin razón aparente. Tengo sueño, me cansa caminar y no miro a la gente a la cara. Y, justo ahora, me espera una jornada intensiva de trabajo. Sin tiempo para pensar en nada más. Me encanta mi trabajo.

Ahora, si alguien quiere morir a pedradas, que se atreva a relacionar estas fluctuaciones con las hormonas femeninas.

7 comentarios:

Alberto Ramos dijo...

Otra posibilidad es que seas usuaria de Renfe (en cuyo caso tienes mi empatía garantizada de por vida).

Peter Parker dijo...

Usuaria no, pero afectada informativa, sí.
Gracias por tu empatía

Alberto Ramos dijo...

De nada. Pero no dejes que te afecte.

Quoèlet dijo...

La parte feliz podría deberse a la ingesta de algún alimento en mal estado. Yo una vez comí unas lentejas chungas y me pasé dos semanas disculpando a mi jefe, a la Renfe y a las inmobiliarias pero ya se me pasó...

Peter Parker dijo...

¡Bocadillo de calamares!
ahora todo encaja como un puzzle sideral

Scarlet Ojala dijo...

Yo creía, simplemente, que estabas enamorada, y de ahí que el despertador te suene al canto de un ruiseñor

Peter Parker dijo...

Que no, Scarlet, que no. Estás a punto de morir a pedradas