miércoles, 14 de noviembre de 2007

Noticias que despistan y apestan


La noticia irrumpió ayer a media tarde como una bomba: la infanta Elena y don Jaime de Marichalar se dijeron "hasta lugo, duque" (ver nota al pie de página).

Las reacciones entre los plebeyos fueron diversas, pero la pregunta que más sonó fue: "¿Todavía estaban casados?". De hecho, todavía lo están, y lo estarán por un tiempo, puesto que la Casa Real ha puesto mucho empeño en incidir en que se trata de "un cese temporal de su convivencia matrimonial". Vamos, separación, con todas las letras. Lo que pasa es que a los reyes no les pueden pasar las mismas cosas que a los mortales, por eso se dice que tampoco mean ni cagan. Es demasiado vulgar.

Hay otra versión de los hechos. Los hay que dicen que se trata de una cortina de humo para hacer callar todos los debates sobre lo acontecido en la Cumbre Iberoamericana. Y de hacer callar, el rey sabe un rato. Por eso es sospechoso que la noticia saltara justo ayer, en plena resaca del combate público Hugo-Juanca.

En cualquier caso, la noticia está ahí, y aunque no quieran llamarlo por su nombre (separación), la cosa es que son iguales de humanos que nosotros y cometen los mismos errores (rejuntarse con la persona equivocada, la plaga del siglo). Al final, la sangre roja y la azul son tan iguales y van a quedar tan mezcladas, que vamos a ser todos del Barça, por vía intravenosa.

N. de la A.: hay algo que me está afectando al cerebro y no sé qué es.

3 comentarios:

humo dijo...

La tele.

Peter Parker dijo...

será hormonal (he)

Scarlet Ojala dijo...

Ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario