miércoles, 1 de octubre de 2008

Mi cuerpo no me pertenece

Desde hace un tiempo, estoy poseída.

Pensar en comida me da náuseas, las digestiones son como erupciones volcánicas que me devuelven la bilis a la boca, estoy más torpe y tengo arcadas cuando me lavo los dientes.

Nada de esto me pasaba antes. Y ahora no puedo dejar de pensar que algo dentro de mí está parasitándome. A veces me da golpecitos en la tripa para manifestarse. Pero no hace falta que lo haga, porque siempre soy consciente de su presencia: se manifiesta en mis pechos, que han crecido; en los bares, cuando voy a pedir una cerveza y tengo que reprimirme y cambiarla por una limonada; en los bocadillos inexistentes, que no puedo comer porque el pan me sienta fatal; en los eructos que suelto durante todo el día para aliviar los triples saltos mortales de mis jugos gástricos; y en las pesadillas que me asaltan por las noches con nuevos miedos.

En las películas románticas, las historias de amor empiezan con dos personas que se odian. No sé si lo que me está pasando será algo parecido. En cualquier caso, pase lo que pase, me temo que ya no puedo elegir: el bicho se ha apoderado de mi cuerpo, lo usa para alimentarse, crecer y transportarse. Y hasta que no lo expulse no empezará de verdad la historia de amor.

3 comentarios:

ddriver dijo...

QUIN PANORAMA!!!!!

Marta Luth dijo...

Título de la película: Alien Nació

Alberto Ramos dijo...

Iba a soltar una parida tipo 'Alien voló sobre el nido del cuco', pero creo que será más apropiado algo en plan 'Alien a quien amar'.

Por cierto, enhorabuena. :-)