martes, 17 de abril de 2007

Devoradas por el diario




No es que no tengamos nada que decir, es que de tanto escribir y escribir y escribir artículos nos hemos quedado sin palabras.

Es lo que pasa cuando alimentas a un diario, que el diario acaba mordiendo la mano con la que tecleas, y te muerde la boca, pero no como un beso, sino como Hannibal Lecter. Lo peor es que también te devora el cerebro: sus letras se alienan como un ejército de hormigas y se te cuelan por la oreja y hacen ñacñacñac. Es muy angustioso, porque si te quedas en silencio puedes oír el sonido del mordisqueo, ñacñacñac.


Luego siempre hay algún maquetador que te hace la lobotomía. Con lo cual siempre llegas oligofrénica a casa.

2 comentarios:

Ana C. dijo...

Esperemos que vuelvan.

Scarlet Ojala dijo...

No lo podías haber explicado mejor!