jueves, 1 de marzo de 2007

Me he quedado con tu cara




Cada persona tiene capacidad para registrar unas 1.003 caras (rostro arriba, rostro abajo, dependiendo de la memoria visual de cada uno).

Por eso hay que andarse con cuidado, porque cada nueva cara de la que te acuerdas, borra otra cara que tenías antes en el disco duro de tu dura cabeza.

A veces me pongo a pensar: ¿a qué caras habrán sustituido los caretos mis compañeras de mesa? ¿Y la panadera que hay debajo de casa? ¿A quién habré olvidado por culpa de acordarme de mi jefe, de su padre y de sus ancestros?

Nuestra profesión es muy peligrosa porque ves a tanta gente, registras tantos rostros, que hay riesgo de que olvides la sonrisa de tu primer novio, o los oyuelos de aquel chico que hacía el número cien; de hecho, mi madre llama a menudo y me dice: "Es que no nos vamos a acordar de nuestras caras", y monta un drama, y yo le digo: "Pero mamá, te prometo que tengo tu foto en la mesita de noche", y ambas sabemos que es mentira pero da igual.

En fin, que pasa con las caras lo mismo que con los textos. Sólo tenemos capacidad para guardar 324 ideas (idea arriba, idea abajo dependiendo del tipo de inteligencia que uno tenga). De modo que: cuidadito con lo que lees. Porque la basura tiende a ser más pegajosa que la filosofía, y suele quedarse impregnada en la cabeza.

5 comentarios:

Ana C. dijo...

De dónde sacaste números tan raros como 1003 o 324?

Y sí, una se olvida de la cara del primer novio, pero no del primer beso.

Aunque a lo mejor después del beso 2569, quién sabe...

Marta Luth dijo...

No son números raros: son cifras exactas. Me ha costado muchos años de mi vida contar el número de caras y de ideas que tiene cada persona en la cabeza.

blogservador dijo...

Anoche estuve con una persona que sólo puede memorizar tres caras. Lo jodido es que es camarero de un bar y aunque hace más de dos lustros que nos conocemos (yo a él) siempre hablamos de lo mismo porque no me reconoce. El pobre se tira toooooda la noche diciéndose antes de entrar dejen salir. Y claro, los clientes no entienden nada. Gracias a tu blog, yo lo he comprendido.

Anónimo dijo...

Habría que actualizar, chicas. Como mensaje de ánimo, os dejo este post de ese gurú nostradíssim que es Arcadi Espada (perdón por el tocho):

"Internet ha salvado la prensa escrita. Y empiezo así, por deformación profesional, poque lo que en realidad creo es que Internet ha salvado la escritura. Me río de Janeiro y sus apocalipsis de papiro, y me imagino fácilmente cuál sería el mundo de los adolescentes en estos diez últimos años si no hubiese aparecido al galope, pletórica y triunfante la escritura internáutica. Diez años de embrutecimiento televisivo, sin la corrección del pensamiento (y sin el músculo) que impone la navegación. ¡Oh, no! Ahora pronostican los lúgubres que internet acabará siendo un vertedero de videos. No pronostiquen: ya lo es. Pero hasta la búsqueda de lo más abyecto y banal necesita de la escritura, y de lo que hay detrás. Porque es irrelevante pensar con palabras o hacerlo con imágenes, en el caso de que sea ésta una distinción razonable: lo importante es que detrás de cada acción, de cada búsqueda, hay pensamiento. Y lo que distingue a internet de cualquier otro medio es la acción. Volviendo a la prensa escrita: su oportunidad es impresionante, mágica, por completo inesperada. Se vislumbra la perpetuación del negocio, a poco que dejen de hacer el marías y se abstengan de confundir la escritura con el papelucho."

Unknown dijo...

Yo, chocho, mientras no me olvide de mis libros de Paulo Coelho, esoy tranquila.