viernes, 2 de febrero de 2007

Beberse la exclusiva

Se me cierran los ojos, tengo calor y me duele la cabeza. Dice un experto que tengo resaca.

Casi todos los periodistas son expertos en resacas. Pero no es culpa nuestra. Es culpa del protocolo, de la diplomacia.

Anoche estuve cenando con un ministro de asuntos exteriores cuyo asunto exterior principal es Cataluña. Tú te sientas rodeada de gente importante, y primero te sirven cava con los canapés, y luego te sirven vino blanco con el primer plato, y después un tinto caro con el segundo, y más tarde, con el postre, cava otra vez. Y luego una copa. Y luego otra y otra y otra. Y nadie te obliga a beber, pero sabes que si no bebes cohíbes a tu anfitrión y no larga. Tú quieres que se emborrache para que hable por los codos.

Y habla. Habla, habla, habla. Mejor: canta. Lo canta todo. Os hacéis íntimos. Vais de bar en bar, te cuenta que fue amante de Penélope Cruz, y que tiene acciones en Irak y en China, y que en realidad George W. Bush no existe, porque es un holograma que se inventó Bill Gates para poder fingir que él, a diferencia del presidente, es buena persona.

Pasas la noche más extraña y más exclusiva de tu vida. Con lo que te cuenta ese hombre podrías llenar el periódico tú sola.

Acabas sola, sí. En la habitación del hotel. Mientras intentas apuntar todo lo que te ha dicho ese señor antes de que se te olvide, te quedas dormida.

A la mañana siguiente, lo recuerdas todo a medias. Sin detalles. Sin pruebas. No sirve. La noticia, ese notición que iba a sacarte del trabajo para sumergirte en el prestigio, se ha convertido en algo peor que un rumor. Existe algo peor que un rumor: una conversación entre borrachos.

Llegas a la redacción y te dicen, bueno, va, escribe sobre el encuentro internacional de sardanas. Y piensas: "con todo lo que sé".

Lo intentas. Pulsas una tecla, apuntas una letra. Pulsas otra tecla, te equivocas de letra. Supr. Delete. Vuelves a intentarlo. Pero se te cierran los ojos, tienes calor y te duele la cabeza.

Entonces, un listo experto en el tema te suelta: "Eso que tú tienes se llama resaca".

4 comentarios:

Ruben dijo...

jajaja ... execelnte relato !!! ... muy bueno ... de los que me gustan ... y asi es como sucede ... yo me tome ya un bloc de notas y lo puse en la mesita de noche para apuntar cuanta idea loca se me ocurre para mi humilde blog.

Saltasetas dijo...

siempre hay un "listo que todo lo sabe". Jejeje.
Por eso hay que ir con grabadora... porque las borracheras pasan factura

Anónimo dijo...

Qué trabajo más desagradable es el de periodista. Tener que emborrachar al sujeto para que largue y se largue y te largues a casa luego de escribir "El presidente dijo: hip!"

Marta Luth dijo...

Qué tendrá este trabajo que nos engancha tanto...

¿Unas esposas?